La "manbox" es un conjunto de normas sociales que dictan cómo debe comportarse un "verdadero hombre".

Estas normas incluyen ser emocionalmente reservado, fuerte y siempre en control. Cuando los hombres sentimos que no podemos cumplir con estas expectativas, podemos experimentar sentimientos de inadecuación, vergüenza y aislamiento, que deterioran nuestra salud mental y pueden llevarnos a depresiones y pensamientos suicidas.

La salud mental es un asunto de salud pública que afecta a todos los géneros y los datos son especialmente preocupante entre los varones. Según datos del INEGI, en 2021, de cada 100,000 varones que hay en México, por ejemplo, 10.9 murieron por autolesiones.

La tendencia es similar en el mundo: el 82% de las muertes por suicidio en el mundo corresponden a hombres. Esto significa que los hombres tienen tres veces más probabilidades de morir por suicidio que las mujeres. El grupo de mayor riesgo son los hombres de 15 a 29 años, con una tasa de 16.2 suicidios por cada 100,000 hombres.

Una de las claves para detener esta tendencia, que la OMS y la academia en diferentes estudios sobre salud mental han señalado constantemente en las últimas décadas, es apuntar a la formación en masculinidades positivas que cambien algunos de los patrones de la masculinidad hegemónica, que hace que los hombres repriman sus emociones o su necesidad de acudir a ayuda.

Entre las principales causas de esa autocensura podemos encontrar:

• Presión social abrumadora: La "manbox" impone normas rígidas sobre cómo debe comportarse un “verdadero hombre”. Estas expectativas pueden llevarnos a una enorme presión social. A menudo como hombres nos sentimos obligados a cumplir con las normas, incluso si eso significa ocultar nuestras verdaderas emociones.
• Falta de apoyo emocional: Las nociones tradicionales de masculinidad a menudo dictan que los hombres no debemos mostrar debilidad ni buscar ayuda emocional.Esto crea un entorno en el que muchos evitamos buscar apoyo cuando más lo necesitamos. La falta de un espacio seguro para expresar nuestras emociones y buscar apoyo emocional puede agravar el aislamiento y la angustia emocional.
• Estigma en la salud mental: Los trastornos de salud mental como la depresión y la ansiedad, afecta a personas de todos los géneros. Sin embargo en muchos casos, estos problemas son estigmatizados en los hombres. La idea de que un “verdadero hombre” no debería experimentar problemas de salud mental lleva a la negación y al ocultamiento de los síntomas.

En consecuencia, algunas de las problemáticas que se pueden desencadenar de esta represión impuesta tanto por cada uno como por la sociedad pueden ser:

• Aislamiento social: Los hombres pueden aislarse para evitar mostrar debilidad, lo que agrava el problema.
• Desgaste emocional: La acumulación de emociones no expresadas puede llevar a un desgaste emocional severo.
• Impacto en familias y comunidades: El suicidio masculino no solo afecta al individuo, sino también a sus seres queridos y a la sociedad en general.

¿Cómo salimos de esto?

Es crucial que rompamos con el estigma que rodea a la salud mental y al suicidio en los hombres. Esto implica fomentar un ambiente donde los hombres podamos hablar abiertamente sobre nuestras emociones y preocupaciones sin temor a ser juzgados.

Además, es vital facilitar el acceso a servicios de salud mental que estén diseñados específicamente para abordar las necesidades únicas de los hombres. Esto no solo incluye terapia y tratamiento, sino también programas de apoyo entre pares y otros recursos comunitarios.

Finalmente, la educación y la concientización son claves. Necesitamos programas educativos en escuelas, universidades y lugares de trabajo que desafíen las nociones tradicionales de masculinidad y promuevan una visión más saludable y completa de lo que significa ser hombre.