Hoy es indiscutible que la salud mental es un pilar en la vida de las personas y las sociedades:
Es casi imposible imaginarnos en entornos en los que nuestra estabilidad en este aspecto se vea comprometida o sacrificada. Sin embargo, la aplicación de herramientas que nos ayuden a garantizarla es un paso que aún nos cuesta.
Los espacios laborales son un ejemplo de ello. Aunque empresas, corporaciones, organización y compañías promulgan continuamente la importancia de la salud mental, las cifras apuntan que todavía es un tema pendiente y sumamente urgente por atender en todos los gremios. Se calcula que el 15% de los adultos que trabajan han reportado algún tipo de trastorno mental derivado de su trabajo.
Por supuesto, sabemos que los casos de cada compañía o empresa son diferentes y, muchas veces, estas conversaciones carecen de contexto a pesar de las buenas intenciones de mejorar. ¿Cuáles serían entonces algunas pautas a seguir para no empezar este camino erradamente y, por el contrario, seguir reforzándolo más allá de fechas conmemorativas?
Hoy te compartimos algunas recomendaciones claves que, seguramente, llevarán por buen camino a tu empresa en el día a día de esta cuestión inaplazable.
- Romper tabúes sobre salud mental. Un estigma no se erradica de la noche a la mañana. Toma tiempo y requiere de trabajo constante de diálogo, capacitación, pedagogía y práctica. La salud mental abarca un espectro muy amplio de temas que tradicionalmente han sido considerados tabúes y la mejor forma de dejar esos prejuicios atrás es encarándolos. Propiciar estas conversaciones constantemente y dar ejemplo de que temas como la ansiedad o la depresión no son sinónimo de locura o debilidad, son una forma de volver el mensaje una realidad.
- Crear rutas de atención y prevención. Por supuesto, se necesita entrar en acción y estar preparados para una eventualidad que comprometa temas de salud mental en el trabajo. La mejor manera es teniendo implementadas políticas y estrategias enfocadas en la atención de la salud mental de manera estructural: desde un protocolo diseñado con la asesoría de expertos, hasta personal capacitado para el abordaje de estos temas. También se puede trabajar diariamente en pequeñas acciones que fomenten la salud mental y prevengan afectaciones tan comunes en los trabajos como el llamado burn out, derivado del estrés laboral.
- Fomentar el autocuidado y las masculinidades positivas. Sí: hay un punto especial en la salud mental por cuenta del machismo estructural que afecta a mujeres y hombres y les impide tratar acertadamente sus asuntos en este aspecto. En ellas, por ejemplo, está la presión diaria que viven por los comportamientos machistas que derivan en situaciones como acoso o intimidación. En ellos, en otro tipo de presión: el miedo a ser señalados como menos hombres o personas débiles, lo cual hace que nunca acudan a ayuda a tiempo. Desde una conversación seria sobre el tema, talleres dinámicos o capacitaciones invitacionales se puede plantear esta conversación y la planificación de ejercicios que ayuden a hacerlo viable.
Recuerda, la salud mental es un trabajo que podemos hacer entre todos. Si necesitas ayuda para reforzarla o fomentarla en tu empresa, puedes contar con nuestros servicios. Conócelos escribiendo a: [email protected]
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