Tan grave es la situación de los discursos de odio en el mundo globalizado, hiperconectado y sobreestimulado de información en el que vivimos hoy, que a partir de 2021 la ONU declaró el 18 de junio oficialmente como el Día Internacional Para Contrarrestar Los Discursos de Odio.

De acuerdo con ese organismo internacional, “discurso de odio” es toda expresión ofensiva dirigida a un grupo o individuo que se basa en características inherentes (como la raza, la religión, la nacionalidad o el género) con el fin de atacarles o discriminarles y que pueden poner en peligro la paz social.

Te compartimos algunas claves para desactivar los discursos de odio:

1. Revisemos la historia. Son muchísimos los desafortunados eventos históricos de la humanidad en los que el odio desencadenó tragedias monumentales. Preguntarnos, educarnos e informarnos sobre las causas de esos eventos, ver qué conexiones tienen con el mundo actual y pensar en cómo nos afectaría, es un inicio para evitar que se repitan.
2. Reflexionemos sobre nuestro lenguaje. El odio se ha filtrado en nuestro lenguaje cotidiano, a través de chistes, metáforas, frases o gestos, que están impregnados de racismo, machismo, xenofobia y otras discriminaciones. Identificar esas palabras para dejar de usarlas es un ejercicio de consciencia que nos ayuda a dejar de normalizar la discriminación.
3. No minimicemos la discriminación. Si en una conversación detectas una expresión de discurso de odio, siempre puedes hacerla notar, sin caer en pleitos, para que otros puedan ver la discriminación implícita en nuestra cotidianidad.
4. Odio no se trata con odio. Es normal que nos indignemos ante un acto de discriminación y, por consiguiente, reaccionemos impulsivamente, lo cual alimenta aún más el odio. No está mal indignarse, pero también podemos pensar en acciones más persuasivas para responder adecuadamente en un contexto dado.
5. Denuncia. Si ves que un discurso de odio escala a incitaciones o acciones más graves, como la discriminación o el llamado al rechazo, siempre puedes acudir a las autoridades. Hoy en día, en muchos Estados hay dispuestas líneas de atención especializadas en activar protocolos para denunciar y procesar actos discriminatorios.

El llamado es a realizar un trabajo conjunto para detener este tipo de comportamientos, ya que pueden llevar a repetir catástrofes sociales que han perturbado al mundo y las sociedades a lo largo de la historia.